martes, 27 de agosto de 2013

¿Qué pasa en la sociedad?





Sorprendida, estupefacta e indignada, son tres de los muchos calificativos que podría aplicarme a mi misma al ver esto en la red.

A veces me pregunto qué pasa con la sociedad en la vivimos, no tengo palabras para describir las mil sensaciones al ver esta cuenta en twitter, haciendo apología del maltrato a las mujeres. 

 ¿Qué pensáis vosotros?


José Pablo Vázquez Hierro

Ayer recibí una llamada desde Italia informándome sobre la muerte de José Pablo Vázquez Hierro, me quedé impactada y sin palabras,  a los pocos minutos de su muerte, cuando las redes sociales casi no se habían hecho eco de su noticia,  el triste desenlace ya había cruzado las fronteras.

He coincidido algunas veces con José Pablo, fundador de la plataforma Mesa de la Ría y que más tarde se convirtió en Organización Política para intentar conseguir y concienciar a todos los Onubenses de la necesidad de una Huelva limpia, para tener un aire puro y limpio sin olor a azufre, sin fosfoyesos, para acabar con porcentajes importantes en problemas en el sistema respiratorio y un alto grado de índice cancerígeno en esta ciudad, problemas que MATAN. Matan a personas, sin importar nombres, sin mirar edades, sin ver vidas, y condenan a otras muchas a respirar ayudadas por malditas máquinas.

Contra todo pronóstico y estadísticas consiguió pasar entre dos grandes piraguas de la política y hacerse un hueco en el Ayuntamiento de Huelva. Aún recuerdo su campaña política, su pipa en la boca y su sonrisa en la cara cuando se paseaba por Huelva en un tren turístico y muchos políticos de otras organizaciones lo miraban como si estuviera loco, BENDITA LOCURA, que hizo abrir los ojos de tantas y tantas personas que buscaban un futuro mejor para todos.

A pesar de no coincidir en siglas políticas con él, reconozco que ha sido responsable de mi preocupación sobre su lucha, y en cierta medida participe, a todos nos ha ayudado a ser más respetuosos con la madre tierra, que no es otra que la que nos sustenta cada día, desde aquí y quizás tarde le doy las gracias por eso.

Se fue con la pena  de saber que no vería cumplido su sueño pero con la valentía de seguir luchando por ellos hasta el último momento de su vida, consciente de que había abierto ojos y sacudido conciencias.

Su legado queda en manos de su gente, que en estos momentos está arropada por todos, sin importar cual sea su color político, porque por encima de todo se reconoce su valía y su valentía en esta lucha, y por que a todos nos ha ayudado a ser mejores personas.

Mueren los hombres pero no los ideales.

Descansa en paz.